Think like a dog: Review | Opinión
Oliver Reed (Gabriel Bateman) es un chico de ¿secundaria? quien crea un dispositivo que transforma los pensamientos de una persona en voz. Después de una fallida exposición en la muestra de ciencia, frente al científico y millonario Mr. Mills (Kunal Nayyar), logra usar su dispositivo con su perro, y conectarlo con "el polo negativo del cerebro", con ayuda de un satélite que le ayudó a hackear su amigo en Japón, Xiao (Neo Hou).
Al tiempo que su mejor amigo, el perro, se convierte en alguien con quien puede hablar, sus padres, Ellen Reed (Megan Fox) y Lukas Reed (Josh Duhamel), están comenzando la separación, aprovechando la oferta de un nuevo trabajo para él.
Bien, en mi consideración, la película es muy floja en todo. Por ejemplo, carece de todo sentido la argumentación para usar un satélite para mejorar el procesamiento, o sea, si tienes la capacidad de hackear cualquier cosa, ¿por qué no conectarse a un servidor?. Pero también está la relación Oliver con sus padres, por más bonito que pueda sonar, la vida no es sólo tener un techo, comida y amor, que es a lo que resume la vida el perro.
Y no quiero decir que, por el hecho de estar involucrado un perro, sea una película mala o extremadamente básica, no, existen muchos ejemplos en donde, a mí parecer, se desarrolló mucho mejor la historia (Marley and me).
Todas las actuaciones y la creación de los personajes es muy vacía, las etapas de la relación de los padres de Oliver no expresan un cambio, en ningún momento parece que de verdad fueran a separarse. Y lo peor, para mí, es la inclusión de los "villanos", porque no tienen ninguna motivación real, y tampoco aportan nada a la película y al desarrollo de nada, o sea, bajo la premisa que quiere mostrar Gil Junger, perfectamente podía elaborarse una trama más personal, sin tener que recurrir a la participación de la organización dueña del satélite, ni al millonario con ansias de más poder. La esencia de la historia estaba en Oliver Reed y su familia, todo lo demás es un relleno muy mal ejecutado.
Un largometraje de 1 hora y 31 minutos para decir "oye!, deberíamos pensar como perros para ser felices". Por esto es que me refiero a que la película parece que fue hecha sólo con eso en mente. Y lastimosamente esto es lo que la perjudica, pues con un mensaje demasiado claro, se descuida absolutamente todo lo demás, en beneficio de poder conectarlo con el mensaje.
Es una película para ser vista si es que la pasan por televisión por cable, y no tienes nada más que hacer, pero no merece la pena gastar tiempo en ella
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