Acercamiento a la vida y obra de Max Weber

by - septiembre 01, 2020

Max Weber fue un importante economista, politólogo y sociólogo alemán, nació en 1864, hijo de un político del Partido Nacional Liberal, y gracias a ello tuvo una relación muy cercana con el ambiente político, aún sin desempeñarse en ningún cargo (Giddens, 1979, p. 23). Giddens (Ibid. p. 27) destaca el importante papel que jugó las condiciones de la expansión del capitalismo industrial en su análisis sociopolítico del Alemania de la época, en tanto que sobre este punto de partida arrancó sus estudios.

Respecto al este del Elba, a Weber le preocupaba principalmente las consecuencias que traería la inmigración de trabajadores polacos del este, luego de que, gracias a la expansión de la producción industrial, se produjo una migración rural – urbana, en que muchos de los trabajadores alemanes originarios emigraran a otras zonas de Alemania en busca de libertad y realización personal. Weber planteaba que esto traería consecuencias graves en el establecimiento del Estado-nación alemán que se venía consolidando, ya que, al recibir una gran carga de inmigrantes, el sentido nacionalista se iba a ver debilitado, y esto era muy importante para Weber porque consideraba que la relación entre política y economía era vital en el desarrollo nacional, por lo que no se debía facilitar el rompimiento de esta relación producto de la llegaba inmigrante de trabajadores agrícolas (Ibid. p. 27).

Para sobrellevar esta situación, Weber se refiere a “los señores de la industria pesada”, que serían los empresarios burgueses capitalistas, si bien no son deseables, dada la influencia que tenían en el sistema político, y los privilegios de los que gozan, tanto así que una democracia, como la que se instauró en Alemania, debería eliminar esta influencia, sí son necesarios, para asumir la responsabilidad del futuro del conjunto de la economía nacional, y por lo cual se debía fortalecer su liderazgo político, pues Weber les quitaba la responsabilidad a las clases bajas del futuro alemán, porque eran los burgueses quienes los debían dirigir. Además, destaca del Manifiesto Comunista que muestra un carácter diferente del empresario burgués capitalista, y que apoya su tesis, como un revolucionario económico, validando la necesidad de estos para avanzar hacia el socialismo. Ahí la preocupación de Weber radicaba en que los burgueses siguieran revolucionando sin tener un sentido unificado (Ibid. p. 29).

Más adelante, Weber propone una definición de sociología, como el acto de entender la acción social, a partir de su interpretación, para explicar las causas de su desarrollo y los efectos futuros de la misma. Para entender qué define Weber por sociología es necesario entender primero el concepto de la acción social, la cual define como toda conducta en la que el significado de esta no depende de sí mismo, sino que es dependiente de otras personas, y por tanto cambiante de acuerdo con el hacer o actuar de otras personas, es decir, es compuesta por dos factores, la acción y el marco de un contexto social. Así pues, la sociología, en este marco, es la ciencia que interpreta estas acciones, o conductas, buscando comprender el porqué de esta, estableciendo a su vez unas causas y efectos en el entorno social (Weber, 1977, p. 5).

Weber (Ibid. p. 20) identifica 4 diferentes tipos de acción, aunque aclara que en especial la acción social no puede encasillarse en ninguna de estas solamente, y los establece en un símil de escala, así: la acción tradicional es la acción más común en la cotidianidad, es aquella que es determinada por una costumbre arraiga, casi no pensada, dice Weber, esta acción es casi una respuesta no pensada ante un estímulo. Más avanzadas que esta, se encuentran la acción afectiva y la racional con respecto a valores, en ambos casos el sentido de la acción no está en el resultado, sino en el actuar, sin embargo, se distingue cada una en que mientras que la acción afectiva es especialmente emotiva, y está determinada por afectos y estados sentimentales puntuales, la racional con respecto a valores sí es consciente del propósito de esta, y por tanto exige una planeación consciente. Esta acción es consecuencia de un valor o convicciones ya sean propias o absolutas, que le ordenan realizarla.

Finalmente, la acción racional con respecto a fines es la más pensada, en tanto que quien la ejecuta, evalúa los medios, el fin y las consecuencias de su accionar, determinada por las expectativas de influencia en el entorno, o al igual que la acción racional con respecto a valores, por valores o convicciones, desechando de esta manera los dos primeros tipos. La acción racional con respecto a fines es una abstracción que solo fija lo deseado para intentar cumplir o llegar eso.

Weber (Ibid. p. 43) define el poder como la probabilidad de imponer la propia voluntad, en el marco de una relación social, sin embargo, aclara que este concepto es amorfo, es decir, que se puede encontrar en cualquier nivel social, en cualquier situación una persona puede imponer su voluntad sobre otra, inclusión en oposición a otros. Por otro lado, llama a la probabilidad de obediencia frente a un mandato por parte de otras personas como dominación, con la particularidad de que quienes son mandados tienen una predisposición a ser ordenados, mientras que, la disciplina se da en un conjunto de personas que, gracias a actitudes naturalizadas obedecen el mandato, con 3 características: pronta, simple y automática (Ibid.).

Es decir, entre poder y dominación podemos establecer una diferencia en que en el poder al ejercerlo debe ejecutarlo, como por ejemplo la acción que ejerce el ESMAD sobre un grupo de personas, en la medida que impone el orden, en este caso a base de fuerza, mientras que en la dominación basta con ordenar y el entorno lo ejecuta, como en el caso, en el mismo contexto, del Alcalde, al ordenar el despliegue del ESMAD para enfrentar a un grupo de personas realizando un disturbio, como los sucedidos en la Universidad del Valle.

Además, definió al Estado como el instituto político tiene el monopolio legítimo de la fuerza, y que, además, no cambia en el tiempo; una de las características del Estado es que no puede definirse por sus actividades, sino por el medio de utilización, ya que no hay ninguna actividad que el Estado no se proponga realizar (Ibid.), ejemplo de ello, es un Estado nacional, como Colombia, en donde es el único instituto político que hace uso legitimidad de la fuerza militar para tener control sobre el territorio que gobierna.

De modo similar a como hizo una caracterización de los tipos de acción, Weber propone una caracterización en los tipos de dominación legitima (Ibid. p. 172), en relación con las características de las autoridades: la dominación tradicional se basa en la creencia cotidiana del carácter santo de las tradiciones que han estado presentes por mucho tiempo, y a su vez, en las personas enaltecidas bajo la misma creencia, un ejemplo claro de esta es la dominación que se da en pueblos indígenas por parte de los más viejos, en el entendido que por su cultura son quienes tienen una conexión mística con sus dioses y son los designados para llevar el rumbo de la comunidad. Además, añade (Ibid. p, 185) que, con la inclusión de un cuadro administrativo, esta dominación tiende a ser patrimonialismo, es decir, orientada por la tradición, pero ejercida en virtud de un derecho propio, creando una jerarquía en la que solo el líder es quien tiene el poder de mando y se apoya en sus oprimidos.

Por otro lado la dominación carismática es aquella en la que sin tener los rasgos de alguna de las otras dos, tiene una probabilidad de obediencia gracias a las cualidades extraordinarias de la persona, relacionadas con habilidades no comunes entre las personas como la santidad, el heroísmo o ejemplaridad, en este caso podemos identificar a los caudillos y líderes, que frecuentemente llaman “naturales”, ejemplo de ello es Charles Manson, músico y criminal estadounidense, líder de “La Familia Manson”, que llevó a sus seguidores a cometer asesinatos, justificándose en la relación que tenían con Manson como un padre o mesías, que poseía un conocimiento superior.

La dominación racional, basada en la creencia en la legalidad de ordenaciones u obligaciones pactadas, y mandatos de una autoridad legal, como, por ejemplo, el presidente a cargo, en Colombia, Iván Duque, en que la obediencia a sus mandatos se da en la medida en que se crea en el sistema político del país.

Respecto a esta, Weber (Ibid. p, 175) plantea que la dominación racional más pura es la que se ejerce por medio del cuadro administrativo burocrático y en este distingue las siguientes características: tiene un principio jerárquico claro, y en cada punto jerárquico se debe tratar por igual a administrado como administrador, siempre que tengan mismas funciones, es igualmente altamente especializado, y cada persona se encarga de una labor específica, por ello mismo, esta tarea al depender de la persona, se tienen procesos estandarizados, que permita sin importar el lugar, se lleve a cabo la tarea solicitada; ahora, respecto a las personas, estas deben ser competentes en la labor, y escogidos en el cargo por esta misma razón, y finalmente debe mantenerse un expediente escrito que permita la evaluación del desarrollo. Weber (Ibid. p, 178) afirma que sin la burocracia cesaría la existencia de todos, porque el mundo moderno capitalista ya tiene estas características naturalizadas en su forma de producción, como la profesionalización y especialización en tareas, y la separación entre administración -en la figura de dominación- y producción, por esto, dice él, que solamente los campesinos, que poseen los medios de abastecimiento, podrían existir.

Otro de los temas que trabaja Weber es la influencia de la religión e iglesia en el desarrollo económico de Alemania, y sus implicaciones en otros aspectos sociales (Weber, 2001). En este aspecto explica la diferencia entre el capitalismo y el espíritu del capitalismo, enfatizando que este último fue primero y se dio en relación con el protestantismo, el cual ya dominaba el contexto económico, y a su vez la elección de la profesión de alta cualificación (campo industrial y mercantil) -resultado de la educación- en contraposición a la propuesta de la iglesia católica, en donde primaba la vida tranquila y el servicio a Dios.

La primera definición que Weber ensaya en relación con la iglesia la hace en Economía y sociedad (p. 44) como el instituto hierocrático con el monopolio de la coacción psíquica, es decir, concede o rehúsa los bienes de salvación, y que no está ligado al territorio. Posteriormente en La ética protestante y el espíritu del capitalismo (p. 326-327) hace la distinción entre iglesia y secta al definir la secta como la unión voluntaria y exclusiva de personas religiosamente calificadas, es decir, un grupo que por medio de un contrato se conforma y tiene incidencia en la vida de sus miembros, como una calificación ética y comercial, mientras que la iglesia tiene carácter idealmente obligatorio, pero aún más importante, es universal, es decir, abarca a todos y por lo tanto, no confiere características especiales.

Referencias
Giddens, Anthony (1976) Política y sociología en el pensamiento de Max Weber. Madrid: Alianza Editorial
Weber, Max (1977) Economía y sociedad. México: Fondo de Cultura Económica
Weber, Max (2001) La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Madrid: Alianza Editorial



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